Los guardias de seguridad deben ser capaces de controlar momentos de problemática entre clientes o personas, las situaciones pueden escalar y se debe estar listos para poder intervenir de manera segura, legal y eficaz.
En este artículo vamos a responderlas con información clara, enfocada y de valor, pensada especialmente para quienes trabajan o contratan servicios de guardias de seguridad. También conocerás buenas prácticas, errores que evitar y cómo formar equipos preparados para cualquier escenario de altercado.
¿Qué puede y qué no puede hacer legalmente un guardia durante un conflicto?
Un guardia de seguridad en Chile tiene atribuciones limitadas. No es un funcionario policial, por lo tanto, su actuar debe regirse por la Ley de Seguridad Privada y la Constitución. La línea entre prevención y exceso es muy delgada, y no conocerla puede traer graves consecuencias legales.
- Puede controlar accesos, realizar rondas preventivas y dar aviso inmediato a Carabineros.
- No puede detener a una persona salvo en flagrancia y debe entregarla de inmediato a la autoridad.
- No puede usar la fuerza de forma excesiva ni portar armas letales (salvo casos especiales y con autorización).
El respeto por los derechos humanos y la proporcionalidad en la respuesta son principios básicos que todo guardia debe conocer y aplicar. Actuar sin ese criterio no solo expone a la empresa, sino también al guardia en lo personal.
Técnicas efectivas para reducir situaciones sin recurrir a la fuerza
Cuando un altercado está en curso, el primer objetivo debe ser evitar que escale. Los guardias deben manejar técnicas de desescalada verbal y corporal. Estas habilidades son entrenables, y deben ser parte del plan de formación continuo del personal de seguridad.
- Mantener una postura abierta y no amenazante.
- Hablar en tono calmado, con frases claras y sin desafíos.
- Escuchar activamente y mostrar empatía.
- Evitar tocar a las personas si no es estrictamente necesario.
Un guardia entrenado en comunicación asertiva puede resolver conflictos que parecían incontrolables sin mover un dedo, el lenguaje, la actitud y la calma son sus mejores herramientas.
La importancia del entrenamiento emocional en escenarios de alto riesgo
Un guardia preparado no solo sabe qué hacer, sino cómo controlar sus emociones. Ante provocaciones o situaciones de alto estrés, el autocontrol puede marcar la diferencia. No se trata solo de saber actuar, sino de saber contenerse y responder con estrategia.
- Identificar los primeros síntomas del estrés.
- Aplicar técnicas de respiración y anclaje.
- Tomar decisiones racionales en vez de impulsivas.
Cuando una situación violenta ocurre, el entorno se vuelve caótico. Un guardia que domina su estado emocional inspira confianza y evita errores derivados del miedo o la rabia.
Cómo actuar sin poner en peligro a terceros ni comprometer la seguridad
Proteger a las personas presentes es una prioridad absoluta. El guardia debe evaluar rápidamente el entorno para evitar que terceros resulten afectados. Muchas veces, contener a una persona conflictiva no es tan complejo como evitar que alguien más se vea envuelto o lesionado.
- Asegurar que los testigos se mantengan a distancia.
- Dirigir a personas vulnerables (niños, adultos mayores) a zonas seguras.
- Coordinar con otros guardias si hay más en el lugar.
Cada movimiento debe pensarse con una visión más amplia, considerando al público, el espacio y las vías de evacuación si fueran necesarias.
Uso de protocolos: la diferencia entre una reacción efectiva y un error grave
Cada empresa de seguridad debe tener protocolos de actuación definidos. Estos documentos indican paso a paso qué hacer en distintos tipos de incidentes. El guardia debe conocerlos de memoria y tenerlos internalizados como parte de su rutina profesional.
- Protocolo para agresiones físicas.
- Protocolo para robos en curso.
- Protocolo para amenazas con arma.
Una respuesta improvisada puede ser desproporcionada, ilegal o simplemente ineficaz. En cambio, actuar según protocolo permite reaccionar con claridad, legalidad y coherencia.
¿Cuándo debe intervenir Carabineros y cómo debe coordinarse el guardia?
Los guardias de seguridad deben tener claro cuándo solicitar apoyo policial. No están solos ante un altercado y deben saber derivar a tiempo. Saber cuándo y cómo involucrar a Carabineros es fundamental para no exceder sus funciones ni comprometer el procedimiento.
- Ante violencia física, amenazas con armas o desórdenes graves, el guardia debe contactar a Carabineros inmediatamente.
- Debe mantener la calma en la llamada y entregar información clara: ubicación, cantidad de involucrados, tipo de conflicto.
- En algunos casos, puede coordinar con patrullas de seguridad municipal si existe ese convenio en la comuna.
Esa coordinación efectiva puede evitar consecuencias mayores y mejorar la imagen de respuesta del lugar donde ocurre el incidente.
Errores comunes de guardias durante altercados que podrían costar caro
No todos los guardias están bien capacitados, y eso puede derivar en errores que comprometan gravemente la seguridad. La falta de experiencia, nerviosismo o ignorancia legal suelen ser factores que provocan fallos críticos en situaciones complejas.
- Actuar de forma impulsiva o agresiva.
- No comunicar el hecho a sus superiores.
- Usar fuerza desproporcionada.
- Perseguir a personas fuera del recinto sin respaldo legal.
La prevención de errores parte por la capacitación constante, simulacros y análisis de casos reales para aprender de situaciones pasadas.
La comunicación como herramienta clave en la resolución de conflictos
Saber hablar es tan importante como saber actuar. Una comunicación efectiva puede cambiar completamente el desenlace de un conflicto. Incluso los guardias más entrenados físicamente pueden fallar si no saben manejar las palabras en momentos tensos.
- El lenguaje corporal también habla, una postura firme pero no agresiva transmite control sin intimidar.
- Usar frases que bajen la tensión, "Vamos a resolver esto con calma".
- Mantener contacto visual sin desafío.
- Utilizar el nombre de la persona si se conoce.
Este tipo de comunicación, además, puede ser útil como evidencia si luego se necesita declarar sobre lo ocurrido.
Refuerzo de habilidades blandas en la seguridad moderna
Más allá de fuerza o reacción, hoy los guardias deben fortalecer habilidades como la empatía, la observación y la adaptabilidad. El nuevo perfil de guardia requiere mucho más que estar de pie y vigilar. Se necesitan personas que sepan leer situaciones sociales y prevenir conflictos.
Un guardia que logra contener sin intervenir físicamente es mucho más valioso que uno que enfrenta todo con confrontación. La seguridad moderna apuesta por la inteligencia emocional y la previsión.
Los guaridas y su importante labor para proteger
La labor de los guardias de seguridad es mucho más que presencia física. Es preparación, criterio y manejo emocional. Actuar ante un altercado no es una decisión impulsiva, sino una secuencia de pasos técnicos, legales y humanos.
Un buen guardia es aquel que previene, no el que reacciona con violencia. Quien domina los protocolos, la comunicación y el autocontrol será siempre el mejor recurso ante una emergencia.
¡Protege tu espacio con decisión e inteligencia!