Puede parecer lo mismo, pero no lo es: un guardia de seguridad no es igual a un vigilante privado, y entender esta diferencia puede marcar la diferencia entre estar protegido y estar expuesto.
Aquí te explicamos por qué, con claridad, profundidad y foco en la seguridad actual.
¿Por qué es importante saber quién cuida realmente tu seguridad?
Cuando se trata de la protección de personas, bienes y espacios, no basta con que alguien esté uniformado. Debes saber si esa persona está habilitada para actuar, con qué herramientas cuenta, cuál es su responsabilidad legal y qué tan capacitada está. Confundir los roles puede generar falsas expectativas y comprometer la seguridad real.
No es raro ver empresas o comunidades que contratan “guardias” pensando que pueden actuar como “vigilantes”, cuando en realidad no tienen las mismas atribuciones ni respaldo normativo. Esto no solo es un error operativo: puede derivar en problemas legales o incidentes mal manejados.
Guardia de seguridad vs. vigilante privado: diferencias clave en funciones y atribuciones
Aunque ambos perfiles trabajan en seguridad, sus funciones son distintas según la legislación chilena:
- Guardias de seguridad: se centran en la prevención, control de accesos, rondas y vigilancia general de instalaciones privadas. Su presencia es disuasiva y su actuar está regulado, pero con limitaciones claras.
- Vigilantes privados: tienen formación y certificación más exigente, y pueden portar armas de fuego bajo autorización. Están habilitados para actuar con mayor autoridad en ciertas situaciones.
- Estas diferencias no solo están en la teoría: también afectan la capacidad de respuesta en hechos delictivos.
Requisitos legales y de formación: ¿quién puede ejercer cada rol?
Las exigencias legales en Chile están reguladas por la Ley N° 19.303 y por las normativas del OS10 de Carabineros. Veamos en detalle:
Guardia de seguridad:
- Curso de capacitación OS10 aprobado (90 horas mínimo).
- Certificado médico de salud compatible.
- No contar con antecedentes penales.
- Ser mayor de 18 años.
Vigilante privado:
- Curso de formación especial OS10 (más extenso y avanzado).
- Exámenes psicológicos y físicos más rigurosos.
- Permiso de porte de armas (si aplica).
- Asignación en empresas de alto riesgo como bancos, transportes de valores o plantas industriales.
Importante: los vigilantes deben renovar constantemente sus certificaciones y evaluaciones, mientras que algunos guardias pueden ejercer incluso en labores más básicas con requisitos menos exigentes.
¿Tienen las mismas competencias para detener o controlar personas?
No. Este es uno de los puntos donde más se cometen errores operativos.
Guardias de seguridad no tienen facultades legales para detener a una persona salvo en casos flagrantes, y deben limitarse a informar a Carabineros. Su actuar es preventivo, no represivo.
Vigilantes privados, en cambio, están autorizados para controlar accesos y detener personas dentro de sus instalaciones, siempre que se trate de una situación que lo amerite (por ejemplo, robo o amenaza directa).
El uso proporcional de la fuerza, el actuar bajo protocolo y el respaldo de las grabaciones o testigos son fundamentales para no sobrepasar sus límites legales.
Ámbitos de trabajo: ¿dónde actúa un guardia y dónde un vigilante?
Guardias de seguridad suelen estar presentes en edificios residenciales, empresas, centros comerciales, colegios, supermercados, estacionamientos y condominios. Su objetivo principal es disuadir.
Vigilantes privados operan principalmente en lugares de alto riesgo económico o estratégico: bancos, aeropuertos, empresas mineras, servicios públicos críticos o transportes de valores.
Esta diferencia marca el tipo de entrenamiento que requieren, los protocolos que manejan y el nivel de exposición ante incidentes graves.
Equipamiento y uniformes: lo que distingue visualmente a cada figura
La apariencia puede generar confusión, pero hay detalles que permiten diferenciarlos:
- Guardias: uniforme simple, sin porte de armas, con elementos de comunicación como radios, linternas o bastones.
- Vigilantes: uniforme táctico, con autorización para portar armas, credenciales OS10 más visibles y accesorios de protección como chalecos antibalas o grilletes (según su función).
En ambos casos, es obligatorio portar su identificación visible. Como recomendación: siempre verifica si la persona está acreditada por el OS10.
¿Quién responde ante un incidente? Responsabilidad y respaldo legal de ambos
Si ocurre un incidente dentro de una comunidad, comercio o empresa, las responsabilidades legales varían:
El guardia debe actuar dentro de su marco legal. Si excede sus funciones, la empresa contratista puede ser responsable.
El vigilante tiene más facultades, pero también más exigencias legales. Si usa fuerza indebida o actúa fuera de protocolo, puede ser sancionado penalmente.
En ambos casos, la empresa que los emplea debe contar con seguros, protocolos y respaldo ante cualquier incidente. Si no los tiene, la comunidad o cliente también puede asumir parte del riesgo legal.
Cómo elegir entre guardias o vigilantes según el tipo de inmueble o evento
La elección debe basarse en una evaluación de riesgos. A continuación, algunas recomendaciones según el contexto:
- Edificios residenciales o condominios: basta con guardias de seguridad con buena capacitación y control de accesos reforzado.
- Eventos masivos o espectáculos: dependiendo del riesgo, puede requerirse personal mixto o vigilantes si hay riesgo de alteraciones.
- Instituciones financieras o empresas sensibles: se recomienda vigilantes con porte de armas y preparación especial.
- Bodegas de alto valor o zonas industriales: requieren vigilancia profesional, control perimetral y protocolos reforzados.
Considera:
- Nivel de riesgo del inmueble.
- Horario de funcionamiento.
- Valor de los activos en el lugar.
- Historial de incidentes o amenazas recientes.
Punteo: ventajas y desventajas de cada perfil
Guardia de seguridad:
- Costo más bajo.
- Capacitación accesible.
- Limitaciones legales ante incidentes.
- Sin autorización para portar armas.
Vigilante privado:
- Mayor capacidad de respuesta.
- Formación más exigente.
- Control riguroso del OS10.
- Costo operativo más alto.
- Requiere justificación legal para su presencia.
Ambos perfiles cumplen un rol necesario, pero su efectividad depende del contexto. No se trata de cuál es “mejor”, sino de cuál es el más adecuado para tus necesidades.
¿Y tú, sabes quién protege tu espacio?
En seguridad, no hay margen para la improvisación. Elegir entre un guardia de seguridad o un vigilante privado no debería hacerse a la ligera. Conocer sus funciones, limitaciones y capacidades legales es vital para tomar decisiones responsables y efectivas.
Ya sea que administres un condominio, tengas una empresa, un local comercial o simplemente busques resguardar a tu comunidad, asegúrate de contar con el perfil adecuado para tu realidad.
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