Cuando hablamos de seguridad, la mayoría piensa en Carabineros o en guardias privados, pero no todos tienen claro dónde termina el rol de uno o el otro.
Entender la diferencia entre seguridad pública y privada no solo sirve para saber a quién llamar en una emergencia, también es clave si estás pensando en contratar un servicio de guardias para proteger tu edificio, empresa o condominio.
A continuación, desglosamos los principales puntos que distinguen a ambos servicios, sus roles, limitaciones y cómo pueden complementarse según el tipo de amenaza o entorno.
¿Qué entendemos por seguridad pública y seguridad privada?
La seguridad pública es la que garantiza el Estado a través de instituciones como Carabineros, la PDI o Gendarmería, su objetivo principal es resguardar el orden, prevenir delitos y hacer cumplir la ley en todo el territorio nacional.
En cambio, la seguridad privada es contratada por personas o entidades para proteger espacios, bienes o personas específicas, empresas, centros comerciales, condominios y hasta colegios recurren a estos servicios para tener un respaldo adicional en la prevención de delitos o incidentes.
Una no reemplaza a la otra, se trata de funciones distintas que, idealmente, deberían complementarse.
Funciones principales de la seguridad pública en Chile
El trabajo de Carabineros y la PDI está regulado por leyes claras, su labor incluye:
- Patrullajes preventivos: Recorren calles, plazas y sectores urbanos y rurales para mantener la presencia policial y disuadir delitos.
- Control del orden público: Intervienen en protestas, marchas o situaciones que amenacen la tranquilidad social.
- Investigación de delitos: A cargo de la PDI, esta función se orienta a recopilar pruebas, identificar a responsables y colaborar con fiscales.
- Respuesta a emergencias: Son los primeros llamados ante robos, violencia intrafamiliar, accidentes o delitos en curso.
Estos servicios están financiados por el Estado y disponibles para toda la población, eso sí, debido a su alta demanda, no siempre pueden estar presentes en todos los lugares al mismo tiempo.
¿Qué tareas cumple la seguridad privada en espacios residenciales y comerciales?
Los guardias de seguridad privada cumplen funciones enfocadas en la protección directa de personas, instalaciones y bienes, sus tareas principales incluyen:
- Control de accesos: Verifican la entrada y salida de personas o vehículos.
- Rondas preventivas: Recorren áreas asignadas para detectar anomalías o riesgos.
- Vigilancia mediante cámaras (CCTV): Monitorean las instalaciones en tiempo real.
- Intervención ante situaciones sospechosas: Pueden disuadir comportamientos inadecuados o dar aviso oportuno a Carabineros.
- Colaboración en evacuaciones o emergencias internas.
Su accionar está acotado a lo que establece la normativa de seguridad privada, que prohíbe expresamente realizar detenciones o portar armas sin autorización.
Formación y requisitos de los agentes públicos vs. guardias privados
La preparación de quienes integran la seguridad pública es más extensa, por ejemplo:
- Carabineros de Chile: Requieren formación de dos años en escuelas institucionales y se someten a evaluaciones físicas, psicológicas y legales rigurosas.
- PDI: Se forman en la Escuela de Investigaciones, con cursos especializados en criminalística, derecho y técnicas de investigación.
En el caso de la seguridad privada:
- Guardias de seguridad: Deben aprobar un curso OS10, que dura aproximadamente 90 horas, donde se les enseña normativa legal, primeros auxilios, técnicas de vigilancia y autocuidado.
- Supervisión de OS10: La Dirección General de Carabineros certifica a los guardias que cumplen con los requisitos y les entrega una credencial.
Ambos tipos de profesionales requieren actualizaciones periódicas, pero los estándares, duración y profundidad de los entrenamientos difieren considerablemente.
Limitaciones legales de cada tipo de seguridad
Este es un punto clave, aunque ambos se dedican a proteger, sus atribuciones son muy distintas:
- Carabineros y PDI: Tienen autoridad para detener, registrar, allanar y usar la fuerza si es necesario, siempre que sea proporcional y legal.
- Guardias de seguridad: Solo pueden actuar dentro del recinto para el que están contratados, no pueden detener a personas, salvo en casos muy específicos (como flagrancia), y deben llamar a Carabineros de inmediato.
Además, la seguridad privada no puede portar armas salvo que el servicio esté autorizado como “con arma” y el guardia tenga capacitación especial y un permiso válido.
¿En qué situaciones se recomienda contratar seguridad privada?
Aunque no puede reemplazar a Carabineros, la seguridad privada es un excelente complemento para:
- Condominios y edificios: Especialmente en zonas con alta rotación de visitas o entregas.
- Instalaciones industriales o bodegas: Donde hay bienes de alto valor o tránsito nocturno.
- Centros comerciales o educativos: Para monitoreo constante y presencia disuasiva.
- Eventos masivos: Donde el control de accesos y el apoyo logístico requieren refuerzos.
Este tipo de seguridad permite adaptar soluciones a la medida, con turnos, cámaras, software de control y protocolos según cada necesidad.
Colaboración entre carabineros y servicios de vigilancia privada
En muchos sectores, especialmente residenciales o comerciales, la clave está en trabajar juntos, los guardias pueden:
- Dar aviso inmediato a Carabineros ante emergencias.
- Facilitar grabaciones de CCTV para investigaciones.
- Apoyar evacuaciones o contener situaciones hasta que llegue la autoridad.
- Reportar patrones sospechosos o incidentes recurrentes.
Cuando hay coordinación efectiva, se potencia la prevención y mejora la percepción de seguridad, algunas comunas incluso tienen programas de “Vigilancia comunitaria” donde se integran rondas policiales con informes de guardias privados.
¿Cuál es la mejor opción según el nivel de riesgo y ubicación?
No hay una única respuesta, todo depende del contexto:
- Zonas con alta densidad urbana: La seguridad pública está más presente, pero la seguridad privada ayuda a cubrir lo interno.
- Áreas rurales o de difícil acceso: Un sistema de cámaras y guardias puede cubrir tiempos en que Carabineros tarda más en llegar.
- Edificios con alto flujo de personas: Requieren control constante, algo que la seguridad pública no puede ofrecer 24/7.
- Negocios con alto riesgo de robo: La vigilancia privada actúa como disuasivo inmediato y permite reacción oportuna.
En resumen, no se trata de elegir entre una u otra, sino de combinar ambas de forma inteligente.
¿Necesitas reforzar la seguridad en tu comunidad, empresa o condominio?
Te ayudamos a implementar sistemas de vigilancia con un servicio de guardias certificados, tecnología de monitoreo, control de accesos y asesoría personalizada, completa el formulario de contacto y uno de nuestros expertos te orientará sin compromiso.
Tu seguridad es nuestra prioridad.