Un aumento silencioso: los robos que no aparecen en las noticias, pero golpean fuerte a los vecinos
Mientras la mayoría de los condominios concentra su atención en portones vehiculares y accesos principales, un nuevo fenómeno preocupa a Carabineros y administradores: el aumento del robo en bodegas, salas comunes y subterráneos, espacios tradicionalmente subprotegidos.
Según datos de 2025 recopilados por fiscalías locales y unidades OS14, los robos en estos espacios crecieron un 55% en la Región Metropolitana, convirtiéndose en uno de los principales focos delictuales dentro de comunidades cerradas.
Lo más complejo: pocos vecinos se enteran hasta que ya es tarde.
El punto ciego perfecto para los delincuentes
Las bandas que operan en condominios han identificado un patrón:
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Las bodegas están aisladas.
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Los subterráneos tienen menos tránsito.
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Las salas comunes quedan sin supervisión nocturna.
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La iluminación suele ser deficiente.
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Pocos edificios registran movimiento de personas en estos sectores.
El resultado: un entorno ideal para un robo limpio, rápido y sin testigos.
En un edificio de Estación Central, por ejemplo, una banda demoró menos de 6 minutos en abrir ocho bodegas sin que nadie lo notara. El acceso principal estaba protegido… pero el subterráneo era tierra de nadie.
Qué buscan los delincuentes en bodegas y zonas comunes
Los robos en estos espacios no son azarosos. Las especies más sustraídas, según denuncias de 2024 y 2025, incluyen:
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Bicicletas de alto valor.
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Herramientas eléctricas.
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Equipos de camping.
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Electrodomésticos guardados en temporada baja.
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Vinos, artículos deportivos, repuestos de autos.
En salas comunes o salas multiuso, cuando logran entrar, suelen llevarse:
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Equipamiento audiovisual.
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Parlantes.
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Televisores.
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Implementos para eventos o mantención.
En muchos casos, incluso rompen candados para revisar casilleros o closets de administración.
Los accesos internos: el verdadero talón de Aquiles de los condominios
Mientras la mayoría de los condominios refuerza sus entradas principales, los delincuentes evitan el conflicto frontal y buscan rutas internas más discretas:
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Puertas cortafuego mal cerradas.
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Salas de máquinas sin candado.
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Subterráneos con chapas estándar.
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Rejas secundarias sin vigilancia.
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Rutas de escape hacia áreas de estacionamientos.
Es la versión moderna del “robo silencioso”: entrar sin que nadie lo note.
Qué dice la ley cuando ocurre un robo dentro de un condominio
La Ley 21.442 de Copropiedad Inmobiliaria establece responsabilidades claras:
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El administrador debe prevenir riesgos razonables en áreas comunes.
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El condominio debe contar con medidas mínimas de seguridad aprobadas en reglamento.
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Los residentes pueden exigir mejoras si se demuestra una vulnerabilidad reiterada.
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La comunidad puede ser demandada civilmente si la infraestructura permitió negligentemente un robo.
Por esto los seguros exigen cada vez más medidas profesionales documentadas.
Por qué Federal Seguridad se vuelve clave en este tipo de delitos
Los robos en bodegas y salas comunes ocurren principalmente en horarios de baja vigilancia. Ahí entra en juego el rol de seguridad profesional.
Federal Seguridad aplica protocolos especializados para estos “puntos ciegos”:
1. Rondas electrónicas verificadas en tiempo real
Los guardias deben registrar cada punto crítico con un sistema digital que deja evidencia de su recorrido.
2. Supervisión remota y auditorías sorpresa
Equipos externos verifican cumplimiento, especialmente en turnos nocturnos.
3. Refuerzo en zonas secundarias, no solo accesos principales
Los subterráneos, bodegas y salas comunes se incluyen dentro del plan táctico.
4. Análisis de patrones de movimiento
Identificación de horarios vulnerables para ajustar recursos eficientemente.
5. Coordinación con Carabineros y protocolos OS10
Respuesta más rápida ante eventos sospechosos o intentos de robo.
Esta combinación reduce drásticamente la probabilidad de delitos y aumenta la trazabilidad frente a seguros o investigaciones.
Cómo se ha comportado el robo por comunas: tendencia 2025
Aunque el fenómeno afecta a todo Santiago, los mayores incrementos se registran en:
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Estación Central: +72%
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Quilicura: +58%
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Maipú: +49%
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La Florida: +44%
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San Miguel: +40%
Factores como la densidad de edificios, rotación de residentes y accesos internos complejos potencian este tipo de robos.
¿Por qué los vecinos no lo ven venir?
Porque estos delitos:
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No generan ruido.
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No involucran violencia directa.
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Quedan fuera de cámaras principales.
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Suelen ocurrir a las 03:00 o 05:00 de la mañana.
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Pasan desapercibidos hasta que el residente revisa su bodega.
Es el delito perfecto… cuando no hay vigilancia interna profesional.
Recomendaciones clave para evitar robos en bodegas y zonas comunes
Estas son prácticas esenciales validadas por el equipo operativo de Federal Seguridad:
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Asegurar todas las puertas internas con chapas reforzadas.
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Evitar dejar objetos valiosos visibles desde rendijas o espacios abiertos.
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Realizar rondas electrónicas cada 30–45 minutos.
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Instalar iluminación inteligente en subterráneos.
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Registrar ingresos a salas comunes con sistemas de control interno.
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Evaluar accesos secundarios y rutas de escape.
Una comunidad informada y protegida reduce automáticamente el atractivo del edificio para delincuentes.
Conclusión: el robo interno es el delito que más crece… y el menos atendido
Los accesos principales reciben toda la atención.
Pero los mayores aumentos de robo ocurren en esos rincones del edificio donde nadie mira.
Los ladrones lo saben.
Las estadísticas lo confirman.
Y las comunidades recién están reaccionando.
Con rondas electrónicas, supervisión profesional y protocolos OS10, Federal Seguridad ayuda a cerrar el punto ciego más peligroso del condominio moderno.
